martes, 24 de mayo de 2011

No quiero olvidar
sobre tu piel
el momento último
de nuestros besos.
Es tu piel mi memoria,
son tus labios
la prueba irrefutable
de que estoy vivo.
Vivo por que siento
los latidos de tu sangre
en mi sangre,
el temblor imperceptible
de tu cuerpo
tan cercano,
tan cotidiano,
que respiro de tu vida
como del aire que nos envuelve
y nos cobija.